Cuando estamos trabajando, ya sea en casa o en la oficina, la iluminación juega un papel esencial en nuestro rendimiento laboral y en la salud. De hecho, está comprobado que una mala iluminación en el trabajo puede tener serias consecuencias en la visión o el estado de ánimo del trabajador, llegando a provocar: molestias oculares, fatiga visual, muscular o mental, deslumbramientos, desánimo e, incluso, cefaleas o ansiedad.

Por este motivo, cuando nos disponemos a diseñar espacios de trabajo, no solo es importante escoger el mobiliario o decoración adecuados, sino que resulta fundamental escoger un correcto sistema de iluminación para que éste no afecte a nuestra manera de trabaja.

¿Cómo debe ser la iluminación en un puesto de trabajo?

La iluminación correcta en el trabajo debe cumplir una serie de objetivos para que nos permita ver los objetos a nuestro alrededor sin dificultad, pero que al mismo tiempo ofrezca un confort visual y no provoque fatiga. Pala lograr este equilibrio, traemos 5 consejos para mejorar la iluminación en el trabajo.

  1. Emplea luces LED en la iluminación en el trabajo

La luz LED se utiliza prácticamente en todos los puestos de trabajo y el motivo radica en los múltiples beneficios que ésta aporta:

  • Ahorro energético y económico: el consumo de luz en una oficina puede llegar a suponer hasta la mitad del coste total de la factura. En este sentido, cambiar la iluminaria antigua por luces LED hace que disminuya drásticamente el consumo energético del negocio lo que, a su vez, se puede llegar a traducir en una reducción de hasta el 50% en la factura de la luz.
  • Energía verde: las luces LED contribuyen al cuidado del medio ambiente y a crear espacios más sostenibles. Ya que no contienen sustancias tóxicas como el mercurio, son 100% reciclables en los puntos limpios de las ciudades.
  • Prevención de problemas de salud: el LED no emite infrarrojos, por lo que resultan más agradables que las bombillas comunes.
  • Versatilidad: se puede crear todo tipo de ambiente con las luces LED. Existen todo tipo de productos con los que conseguir ambientes de descanso más cálidos, al mismo tiempo que podemos conseguir la temperatura óptima de luz para que nos ayude a mantenernos concentrados.
  1. Escoge el enfoque de la luz correcto

La luz directa puede resultar cargante y cansar pronto la vista del trabajador. Del mismo modo y como hemos visto en el punto anterior, la luz LED es preferible a otro tipo de iluminación, ya que con ella se evitan destellos que pueden ser perjudiciales para la vista. En este sentido, siempre será mejor escoger una buena iluminación de techo que se produzca de manera vertical de arriba hacia abajo. Así, podemos ver dos tipos de iluminaciones LED que son muy recomendables:

  • Las luminarias lineales son fáciles de instalar y aportan una iluminación uniforme. Son muy versátiles y valen tanto para oficina como para el área de trabajo en el hogar. Puedes escoger diferentes acabados y seleccionar entre lineales colgantes o empotrados en la pared.
  • Los downlights son focos de luz LED que se instalan en falso techo y que ofrecen un extenso haz de luz que puede llegar a iluminar hasta 120º. La mayor ventaja frente a los focos tradicionales es que su vida útil es muy superior.
  1. Mantén los niveles adecuados para iluminación en el trabajo

¿Sabes lo que es un luxómetro? Es un aparato que se utiliza para medir la intensidad real de la luz (Luxes), ya que nuestra percepción subjetiva puede fallar. Dependiendo de si estamos trabajando en la oficina o en casa, habrá que tener en cuenta diferentes niveles de luz para un correcto desarrollo de las funciones.

  • Niveles adecuados de luz en la oficina: el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril de 1997, hace referencia a los niveles mínimos de iluminación que debe haber en los puestos de trabajo. La normativa estipula que, según la exigencia visual que presente un puesto de trabajo, se debe cumplir unos mínimos:
    • Baja exigencia visual: 100 lx
    • Moderada exigencia visual: 200 lx
    • Alta exigencia visual: 500 lx
    • Muy alta exigencia visual: 1.000 lx
  • Niveles adecuados de luz en el teletrabajo: según el estándar europeo DIN EN 12464-1 para trabajos en interior, se recomiendan los siguientes niveles de iluminación a la hora de trabajar desde casa:
    • Área de trabajo: 500 lx
    • Alrededores del área de trabajo: 300 lx
  1. Escoge la temperatura de color óptima de la iluminación en el trabajo

La temperatura de color (CCT) es el parámetro con el que se clasifica la tonalidad de las luces. De este modo, podemos clasificar la luz blanca en tres tonos diferentes:

  • Luz blanca cálida: 2.800 K
  • Luz blanca neutra: 4.000 K
  • Luz blanca fría: 6.500 K

La recomendación es dejar la luz cálida para las zonas de descanso o desconexión y emplear una luz neutra o fría para las áreas de trabajo. En concreto, las recomendaciones generales son que cualquier luz que tenga una temperatura de color por encima de los 4.000 K es deseable para trabajar. En este sentido, cuanto más fría sea la temperatura de la luz, mayores beneficios aportará a la hora de mantenernos activos y concentrados en las tareas que estamos realizando.

  1. Aprovecha la luz natural

Tanto en casa como en la oficina, evita que las cortinas o persianas cubran la luz natural directa que entra por las ventanas. No obstante, es importante que, en la medida de lo posible, evitemos que los rayos del sol nos den de manera directa cuando estamos frente al ordenador, lo que supondría un problema para trabajar. Si esto ocurre y no hay manera de cambiar la ubicación de la mesa de trabajo, siempre es mejor optar por una cortina fina que por una persiana opaca para protegernos.

Soluciones para la iluminación en el trabajo

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